✔ 🟢 El medicamento no engorda, lo que te engorda son tus decisiones.
El medicamento no engorda, lo que te engorda son tus decisiones.
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El medicamento no engorda y te vamos a explicar la razón, seguramente más de una ocasión has escuchado la siguiente frase “la tortilla no engorda, la (el) que engorda soy yo” o alguna variante refiriéndose al pan, garnachas, etc.
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Pero en esta ocasión no precisamente vamos a hablar de este asunto directamente aunque también tiene que ver con tus decisiones, me voy a referir a los medicamentos que engordan (o te hacen subir de peso).
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Muchas veces al someternos a aliviar alguna dolencia, achaque o enfermedad mediante medicamentos, muchos de ellos nos hacen subir de peso, no lo negamos, si existen tratamientos en los cuales no podemos evitar tomarlos o no hay otra alternativa que no genere este efecto, pero nos limitamos a conformarnos con esos efectos adversos y nada deseados sin hacer nada al respecto.
La realidad es que ningún medicamento puede controlar los resultados que tú no quieras tener (en el asunto del peso claro está), ya que si bien es cierto que algunos pueden disminuir el gasto energético o como comúnmente decimos “alentan el metabolismo”, otros pueden estimular el apetito.
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Por lo tanto te generan más hambre haciendo que comas más de lo debido, otros estimulan hormonas que favorecen el almacenamiento de reservas de grasa, etc., mecanismos perfectamente estudiados y comprobados.
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Pero ninguno de ellos puede influir en tus decisiones, en las acciones que haces para contrarrestar o incluso evitar dichos efectos adversos, llegando incluso hasta conformarte y culpar al tratamiento por tu peso (perfectamente justificable hasta por el médico), por esta razón, sentimos que no hay más por hacer que resignarnos a vivir o sufrir estos resultados.
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Si bien es cierto que hay medicamentos que pueden ayudar a bajar de peso por diversos mecanismos como por ejemplo, prolongar la saciedad, inhibir el apetito, limitar la absorción de ciertos nutrimentos de la dieta, etc.
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También existen medicamentos que generan el efecto contrario, te estimulan el apetito, aumentan el vaciamiento gástrico por lo tanto disminuye el efecto de saciedad, promueven la formación de ácidos grasos, etc. La realidad es que seguramente el efecto no es tan importante como las decisiones que tomes.
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Por ejemplo, hay quien dice que a partir de que le dieron vitaminas, aumentó de peso.
Pues para comenzar, las vitaminas al no aportar energía, tampoco te harán engordar (su fuera el caso, el comer frutas y verduras que son buena fuente de vitaminas, las personas que lo hacen de forma regular, estarían obesas y por lo tanto, se desaconsejaría su uso en dietas saludables).
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Lo que si pueden hacer los medicamentos es que en caso de deficiencias severas, el cerebro te hará incrementar el apetito por lo cual comerás más como mecanismo de autorregulación, una vez que se normalice el nivel de la vitamina deficiente, el apetito disminuirá, el detalle entonces es tú decisión por los alimentos que elijas para quitarte esa sensación incómoda de hambre.
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Así como un medicamento por sí solo no te baja de peso.
Ya que por mucha ansiedad o hambre que te evite tener, tú decides lo que comes o incluso la decisión de no comer (por la falta de apetito), hay personas que incluso se confían en el medicamento, ya que se toman productos o pastillas para “bajar de peso” que a “fulanita” le funcionó muy bien.
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Pero comen de más por el hecho psicológico o pensamiento mágico al suponer que la pastilla le va a hacer bajar de peso o “quemar la grasa”, cuando los resultados obviamente se van a dar por la decisión de no comer, comer lo adecuado o por lo menos disminuir la ingesta de alimentos, quitando el mérito de que el resultado se da por cuidar tu dieta o por lo que dejas de comer (aunque no hagas una dieta formal), no en sí por la pastilla para bajar de peso.
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Por lo tanto, la decisión es tuya, tú decides si buscas llenarte o saciar tu apetito (efecto del medicamento) con una bolsa de frituras o con una bolsa de apio o nopales.
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Tú decides buscar llenarte con alimentos que brindan saciedad o con alimentos que solo cubren tu antojo pero sin llenarte, a pesar de que comas lo que comas, esto se da muchas veces por confundir antojo con apetito o hambre.
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No menosprecio el efecto o dificultad para cuidar tu peso debido a algún medicamento como antidepresivos (aunque te deprimes por subir de peso, que ironía), corticoides, esteroides, antiepilépticos, anticonceptivos hormonales, etc.
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Pero finalmente tú decides si lo usas de pretexto para descuidarte y tener la actitud de “ya no hay más por hacer” o la actitud de redoblar los esfuerzos para cuidar tu alimentación y no te afecten estos posibles efectos adversos de un medicamento.
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Recuerda entonces, el medicamento no te engorda, son tus decisiones las que lo hacen, y qué mejor que acudir con un experto (si es en Sbel-T Forever mucho mejor) para orientarte sobre lo que debes comer para no pasar hambre, comer rico, variado, equilibrado y cuidar tu figura e incluso bajar de peso para revertir el efecto de subir de peso debido a algún medicamento, consecuencia de malas decisiones alimentarias.
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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis
CEO Sbel-T Forever
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