✔ 🟢 El peligro de llevar una “Dieta Normal”
El peligro de llevar una “Dieta Normal”
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Antes de adentrarnos al tema de la dieta normal, me gustaría hacer una pequeña aclaración sobre la palabra dieta, ya que dicha palabra, conlleva para muchas personas una connotación negativa, tan es así que si preguntaras a cualquier persona si están a dieta, la gran mayoría te dirá que NO o peor aún, te dirán que no les gusta o nunca han estado a dieta.
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Sin embargo, a pesar de la aversión a estar a dieta, lo que no saben, es que, nos guste o no, lo sepamos o no, todos estamos a dieta todos los días.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés)
Dieta: Es la mezcla de alimentos líquidos y sólidos que un individuo o grupo consume.
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En otras palabras, cualquier persona que coma o tome algo, sin importar qué, estará haciendo dieta…
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Ahora bien, ¿Por qué es peligroso llevar una dieta normal?
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Cuando una persona por alguna razón acude al médico a sanar algún achaque, malestar, incomodidad, enfermedad, accidente o cirugía, en la gran mayoría de los casos, la preocupación será si nos pondrán a dieta o no.
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En este sentido, creo que todos sabemos las normas básicas a lo que los médicos se refieren al poner “a dieta” a una persona, tendremos bien claro que nos restringirán: grasas, carnes rojas, alimentos irritantes, harinas, sal, etc. etc. etc.
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Lo que la gran mayoría de las personas no saben, es que el médico no es un especialista en Nutrición, por lo que su lineamiento de dicha dieta conllevará a generalizar las prohibiciones o restricciones, sin importar o tomar en cuenta la situación, gravedad o padecimiento personal del paciente.
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¿Por qué lo hacen?
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Simplemente porque no saben y a muchos doctores les cuesta admitirlo, ya que la nutrición, si bien es parte de su formación académica, no se profundiza en ella, ya que los preparan para muchas otras situaciones, incluso enfocándose a una especialización médica, por lo tanto, la Nutrición requiere también de especialización que difícilmente se obtendrá en un par de semestres al estudiar medicina.
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Espero no se mal interprete que estamos en contra de la función del médico, por el contrario, los valoro tanto que, confiaría mi vida y la de mi familia en ellos sin duda alguna, pero también, es de sabios admitir las áreas donde no conocen y canalizar al paciente al especialista en cuestión cuando sea necesario o salga de sus capacidades y conocimientos en alguna materia.
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De hecho, a lo largo de los años, hemos y estamos atendido a excelentes médicos como pacientes en Sbel-T Forever, lo cual admiten y celebro, que la orientación nutricional que reciben de un servidor o cualquiera de nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría, no solo les servirá a ellos (por algo vinieron o vienen), además será útil a sus familias y pacientes.
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Pero aún no hemos abordado el por qué es peligroso llevar una dieta normal, ¿cierto?
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Lo peligroso de que un médico no te canalice con el especialista en Nutrición cuando sea necesario o por lo menos, te dé ciertas especificaciones o recomendaciones de cómo llevar tu alimentación como parte del tratamiento por el cual acudiste al mismo, es que, si dicho padecimiento tiene que ver con tu alimentación, seguramente habrá paliado la situación que tarde o temprano, regresará.
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Peor si la recomendación es que te diga que puedes llevar una “dieta normal”, me explico por qué.
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El gran peligro de esto, es que cuando el médico recomienda una dieta normal a su paciente, seguramente supondrá que el paciente de alguna manera lleva una dieta correcta o por lo menos moderada y variada, consumiendo los nutrimentos necesarios o esenciales.
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Sin embargo, lo que puede ignorar el médico, es que para el paciente su dieta normal consiste en el consumo excesivo de algún nutrimento como proteínas, grasas saturadas y/o carbohidratos. Por ejemplo, tal vez el paciente vea normal comerse todos los días su “guajolocombo” (torta de tamal + atole), por la tarde se tome su refresco de 2 litros (con azúcar) y se vaya a comer todos los días al puesto de garnachas o comida rápida y de cena, si bien le va, se coma dos piezas de pan dulce con su chocolate (algo “ligerito”).
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Te imaginas si alguien acude a consulta médica por un cuadro de hipertensión o una crisis de hiperglucemia, hiperuricemia, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, etc. el médico le dará el tratamiento apropiado a sus padecimientos y las recomendaciones generales que hemos hablado anteriormente como la restricción de grasas, harinas, irritantes, sal y carnes rojas, etc.
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Debo aclarar que algunas de éstas recomendaciones alimentarias, en muchas ocasiones no tienen nada que ver con el padecimiento actual del paciente, pero, aun así, son restringidas para tratar de regular lo antes posible la crisis o el padecimiento en cuestión.
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Una vez controlada la situación o el paciente ya se siente mejor, si hay seguimiento del tratamiento médico y con base en los estudios de laboratorio, resulta que los niveles mejoraron y da de alta al paciente, y la recomendación en la dieta sea que ya puede llevar su “dieta normal”.
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Sin embargo, lo que no se toma en cuenta es que el origen de dicha crisis o enfermedad en la mayoría de las veces fue justamente su forma de comer o, mejor dicho, lo que el paciente considera su “dieta normal”.
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Por lo que, sin duda alguna, seguramente más temprano que tarde regresará dicho padecimiento o alteración, en muchas ocasiones, a pesar de continuar con el tratamiento médico o pastillas, por lo que cada vez se requerirá más dosis o medicamentos más especializados e incluso más caros, para mantener ese aparente control.
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Sin poner atención a lo principal: Que el origen del padecimiento que adolecen es justamente la mal alimentación y no enfocan los esfuerzos del tratamiento a modificar esos malos hábitos alimentarios.
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Es como si alguien que no sabe manejar chocara a cada rato su automóvil y la solución se base en arreglar los golpes, cuando el origen es el mal manejo del auto, sin embargo, continuemos pasando de un seguro a otro o de un hojalatero a otro para ver cuál es mejor, sin preocuparnos por buscar la solución al problema, una escuela de manejo que haga dejar de depender de los seguros y hojalateros, ya que el aprender a manejar, evitará los choques sin duda alguna.
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Espero se entienda la analogía que, para serte sincero, se me ocurrió mientras escribía sobre el tema, pero es así como ocurre al seguir las dietas normales luego de una mejoría de algún padecimiento.
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Pongamos otro caso más concreto, un paciente acude al médico por hiperuricemia o gota o ácido úrico elevado, el médico le dará su medicamento para nivelar cuanto antes los niveles del ácido úrico y por supuesto dentro de las restricciones generales de la dieta, estarán prohibidas principalmente las carnes rojas.
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Posteriormente, el paciente mejora, si bien le va, regresará con el médico y éste validará los estudios de laboratorio para confirmarle que la crisis ya pasó y le dirá que ya no tome más medicamento y lleve su dieta normal…
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¿Qué, quéeee…, su “dieta normal”?
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Pero si su forma de comer “normal” fue lo que le llevó a incrementar los niveles del ácido úrico, debido a que todos los días se comía un buen T-bone de 300 gr o los tacos de suadero de la esquina, al no modificar sus hábitos y luego de varias semanas de restricción o prohibición de lo que comía a diario, regresará con más enjundia a comerse todo lo que no se comió ya que por instrucción médica le aprobó el comer su dieta normal, ignorando por supuesto el médico que su dieta normal es abusar de las carnes rojas.
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Y así como este ejemplo, podemos enfocarnos a las crisis de hiperglucemia en las personas con Diabetes, mientras éstas pasan, se cuidarán del consumo de carbohidratos simples, pero en cuanto mejoren, regresan a las andadas, a tal grado que, a la siguiente crisis, ya saben con que se medio controlan y hasta se ahorran la consulta médica, cuando el origen de estas hiperglucemias es justamente la dieta normal de este paciente, la misma dieta que le llevó a enfermarse de Diabetes.
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Por ello, en Sbel-T Forever nos enfocamos en que la persona sin importar su enfermedad, aprenda a comer lo que le gusta.
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Evidentemente solo en casos extremos, si habrá ciertas restricciones de alimentos (sin llegar al extremo de prohibiciones), considerando por supuesto la condición individual de cada paciente, con el objetivo principal de que aprenda a comer eso que le gusta, para que dicho alimento no se convierta en su veneno que lo pueda llevar a la muerte.
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Finalmente, tenemos bien claro que, mientras las personas no aprendan a comer aquello que les gusta, absolutamente nada funcionará en el largo plazo, recuerda que lo que nos afecta siempre serán los excesos, ya que no existen alimentos absolutamente buenos o malos, simplemente no sabemos comerlos adecuadamente.
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Esto incluye por supuesto aquellos alimentos que además del potencial de generarte otras enfermedades, también en exceso, te causan sobrepeso y obesidad, volviendo al mismo punto, hacer cualquier dieta extrema, rara o de moda, para después de algunos resultados, volver a comer de la misma forma que engordaste, es decir, regresar a tu “dieta normal” llena de exceso de algo, para que, en consecuencia, vuelvas a recuperar los kilos perdidos.
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Por lo tanto, ya para finalizar el tema, si deseas recibir la orientación nutricional que necesites para aliviar, sanar o corregir alguna alteración en tu salud, incluyendo entre otras cosas, el exceso de peso por supuesto, no lo dudes y acude a Sbel-T Forever.
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Y si estás recibiendo nuestra orientación, seguramente estás viendo que a pesar de comer aquello que en alguna ocasión te fue prohibido en otro lugar, estás mejorando la condición de salud que te trajo con nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría, no con la dieta normal, sino con la dieta correcta.
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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis
CEO Sbel-T Forever
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