✔ 🟢 Los productos light son para ahorrar calorías, no para comer más.

Los productos light son para ahorrar calorías, no para comer más.

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En general los productos light están diseñados para que una empresa ofrezca una alternativa de sus productos habituales, pero con menos ingredientes que su alimento original o de referencia.

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Se llega a permitir una disminución comprobada desde un 25% hasta el 100% de algún ingrediente en relación con el producto de referencia (de la misma empresa) para ser considerado light.

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Por lo tanto, al usar menos ingredientes, los cuales generalmente pueden ser menos azúcar o grasa, esto deriva en que dicho producto aporte menos energía o calorías debido a la disminución de algún nutrimento energético como son las proteínas, grasas, y carbohidratos en general.

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Sin embargo, es importante aclarar que un alimento light solo debe cumplir la función de tener menos de algo y ya…, el que después de quitarle ese “algo” se utilicen otras sustancias como los edulcorantes artificiales para compensar la pérdida de sabor ya es otro boleto que gira en torno al tema de aditivos, pero no necesariamente todos los productos light deben tener estos aditivos.

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Por ese simple hecho de que tengan menos “algo”, es que los productos light se utilizan mucho en las dietas para bajar de peso, debido a que se debe hacer un déficit calórico o energético en la dieta para que el resto lo utilice el cuerpo de la reserva, es decir de la grasa que no nos gusta y así es como se logra bajar de peso siendo la disminución del porcentaje de grasa el principal objetivo.

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En otras palabras, lo que se intenta lograr es darte la misma porción de un alimento común, pero, en su versión light podrás ahorrar calorías de la dieta y así puedas bajar de peso “ligeramente” más rápido.

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La confusión que deriva en este tema es que, al explicarle a una paciente sobre la opción de comprar los frijoles refritos para su dieta, los cuales pueden ser hechos en casa o comprados en su versión normal, con el fin de facilitarle un poco el trabajo y posiblemente un mejor resultado, le mencioné que podría comprar los frijoles en su presentación reducida en grasa o sin grasa, en otras palabras, en versión de productos light.

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Ésta paciente, al analizar la opción, le surgió la duda que, si compraba los frijoles que le estaba recomendando, ¿entonces podría comer un poco más sin problema?

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La respuesta evidentemente fue NO.

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El hecho de consumir un producto light, no debe verse como que tienes permiso de comer más (aunque sea un poco), tampoco darte el permiso para comer de forma indiscriminada un producto de esta naturaleza, pensando que, por ser producto light, no causará ningún daño o peor aún, podrás bajar de peso por consumirlo.

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Como mencioné en el título, los productos light pueden ayudarte a ahorrar o disminuir calorías de tu dieta, no para comer más.

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Éste engaño psicológico que nos hacemos al tratar de bajar de peso “sin sufrir” nos puede llevar a empeorar la situación sin saber por qué, si entre más tratamos de cuidarnos, peor nos va en los resultados.

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Si no me crees, explícate ¿Por qué en la actualidad que es cuando hay más versiones de productos light o en general, más opciones de “alimentos saludables”, es cuando estamos más gordos o más enfermos?

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No tiene sentido ¿cierto?, pero justamente es esa manipulación de las empresas que venden éstos productos, las personas que los distribuyen, los medios de comunicación que los promueven e incluso hasta el internet y redes sociales, los que generan la idea colectiva de que los productos light no hacen daño y, por lo tanto, pueden consumirse sin culpa y sin consecuencias.

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No niego que en algunas ocasiones el consumir productos light puede ser mucho menos dañino que su versión regular o normal, tal es el caso de los refrescos sin azúcar o las gelatinas light, etc., pero en la mayoría de las opciones, la ventaja de consumir un producto light respecto a su producto original es mínima.

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Por ello, es importante hacer el comparativo del aporte calórico de ambas opciones e incluso hacer el comparativo de diferentes marcas del mismo producto, ya que el hecho de ser light no garantiza que otra empresa fabrique el mismo producto de manera regular con menos ingredientes y calorías que incluso la versión light de la competencia.

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Para que quede más claro el caso, utilizo el ejemplo del tamalero que hace sus tamales con 1 kg de manteca, sin embargo, ve un mercado prometedor en los productos light, al investigar, se da cuenta que con utilizar a lo mucho 750 gr de manteca (25% menos grasa) ya tendría su versión de tamales light.

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En este caso el cliente al ver tamales light en el aparador o el letrerito del puesto de tamales, se confía y cree que por ser light entonces podrá comerse dos tamales en vez de uno regular, al fin que no le harán daño ya que son “light”.

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Aquí se perdió la ventaja original de comerse un tamal con un poco menos grasa en su versión light respecto a su versión regular, por consecuencia, comerse un tamal con menos calorías.

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En este caso saldría mucho peor el asunto, ya que al comerse dos tamales, terminó comiendo más grasa, más azúcar, más carne, en fin, más de todo lo que lleve el tamal y por supuesto, deriva en más calorías.

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Pero ojo, éste tamal light solo fue con base en los ingredientes del tamal regular del mismo tamalero o empresa, es decir, si la competencia o el tamalero de enfrente hace sus tamales regularmente con 500 gr de manteca, tendrán menos grasa que incluso la versión light del tamalero inicial.

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Sin embargo, éste segundo tamalero, a pesar de evidenciar ésta ventaja, no lo podrá etiquetar o vender como producto light debido a que ésta será su versión original o regular, para lo cual, en caso de querer ofrecer la versión light, tendrá que disminuir por lo menos el 25% de algún ingrediente, igual y en vez de quitarle grasa, decide quitarle azúcar, pues también será válido como producto light.

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Por ésta falta de orientación, muchas veces caemos confiados en que, al comprar productos light nos estamos “cuidando”, por lo tanto, nos damos el “permiso” de comer un poco más de la cuenta y sin culpa, debido a pensar que, por ser productos light, no nos causará daño.

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Lo peor del asunto es que, sin darnos cuenta, nos estaremos acostumbrando a comer cada vez más porciones, normalizando la situación e incluso incrementando nuestra capacidad gástrica o tamaño de estómago, haciendo que cada vez tengamos que comer más cantidades para llegar a percibir la sensación de saciedad.

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Por otra parte, seguimos incrementando la incongruencia al “satanizar” alimentos que de verdad son saludables por el hecho de pensar que tienen mucha azúcar o grasa, derivado de ésta “infodemia” que existe y la cual somos presa.

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Por ejemplo, “satanizamos” o evitamos el consumo de algunas frutas, verduras, cereales y carnes por pensar que hacen daño, y a su vez, incrementamos el consumo de productos light pensando que son mucho mejores para nuestra salud, ya que, por lo general, la empresa que los vende, es la que nos dice que son “saludables”.

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Si requieres saber en qué fijarte y sobre todo saber qué y cuánto comer de tus alimentos preferidos para logar bajar de peso, acércate a Sbel-T Forever, nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría están deseosos de poderte ayudar y orientar a no caer tan fácilmente en estos errores e incongruencias.

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No caigas más en ésta trampa y de verdad aprovecha las versiones light solo cuando sean necesarias y realmente lo valgan para ahorrar calorías en tu dieta, pero jamás lo veas como pretexto para comer más o de manera indiscriminada.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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