✔ 🟢 Cómo saciar un antojo, sin que afecte en tu peso.

Cómo saciar un antojo, sin que afecte en tu peso.

Ve aquí el Vlog (video) 👇

Por ejemplo, podemos pensar en muchas escenas de películas donde uno de los personajes principales, decide ir en transporte público ya que su vehículo se averió y en ese proceso, a pesar de la furia en contra del auto, conoce al amor de su vida.

.

O bien, toma la decisión de hacer un viaje improvisado y de manera espontánea donde al igual, se enamora de su media naranja que vive en el lugar de destino del viaje (generalmente un pequeño pueblo), y un sinfín de ejemplos que podríamos mencionar para aclararte lo que quiero expresar sobre lo importante que son estas decisiones de impulso que llegamos a tomar durante el día.

.

En el caso de los alimentos no puede ser la excepción, ya que en muchas ocasiones compramos algo para saciar un antojo, por un simple estímulo hacia alguno de nuestros sentidos (vista, tacto, gusto, olfato u oído).

.

Lo peor del caso, es que, si están las condiciones adecuadas para caer en estas redes, sin pensarlo mucho, ya estaremos inmersos en este sabotaje a nuestra dieta para simplemente saciar un antojo derivado de dicho estímulo.

.

Para que quede más claro, vamos a poner al menos un ejemplo de cada uno de los posibles estímulos a nuestra persona de los sentidos mencionados que nos pueden hacer tomar decisiones improvisadas e intempestivas para saciar un antojo motivado por la provocación irracional a la que fuimos sometidos.

.

Vista:

Digamos que estás parado en la esquina, esperando a que el semáforo te de la indicación de avanzar, y justo en ese momento, pasa el tráiler de Bimbo frente a ti, con la imagen en la caja de carga de sus donitas azucaradas, con la imagen claramente manipulada mediante “FoodPorn”, por lo cual, de la simple vista, nace el amor y el antojo, por lo tanto, en la primera oportunidad que tengas de pararte en una tienda, casualmente comprarás esas donitas o lo que se te haya antojado frente al estímulo visual de un alimento.

.

Tacto:

Este estímulo puede ocurrir cuando estás viendo a alguien comer con la mano, por ejemplo, unos tacos, en tu mente, te visualizas deteniendo esas tortillas, incluso puedes hasta estar criticando a la persona que ves comiendo de que no está sujetando bien su taco y parte de su contenido, está por caerse o derramarse, sin duda se derrama y hasta ves cómo se chupa los dedos para limpiarse un poco esa salsita verde que cayó del taco, en tu mente, te imaginas que eres tú quién se está chupando los dedos, por lo tanto, te abre el apetito y el estímulo a comprarte tus propios tacos.

.

Gusto:

Sin duda este estímulo, es el más peligroso de todos, ya que aquí no necesitas usar la imaginación, ya que directamente activa tus papilas gustativas y despierta al monstro comelón que llevas dentro, seguramente te ha pasado cuando vas al súper a comprar tu despensa, y pasas por el área de salchichonería y te dan esa inofensiva “pruebita” que justamente está destinada a hacerte comprar por el hecho de despertar el antojo, o bien, probar aquella inocente galletita o dulcecito que “te vio feo” y decidiste comértelo, sin saber que solo fue el anzuelo para acabarte todo el resto del paquete, si bien te va, solo fue una solitaria galletita, hay de ti si tienes la caja o bolsita disponible de ellas por que, seguramente no pararás hasta verle fin.

.

Olfato:

El ejemplo más claro que tengo de este caso, es cuando pasas cerca de una panadería, te llega el olor de aquel pan recién hecho y eso hace que no dejes pasar la oportunidad de comprarte un delicioso pan antes de que se enfríe y se le vaya el olor (y lo calientito de un pan recién horneado), otro caso es pasar frente a la chocolatería y lo mismo, el olor te despierta el antojo e impulso por comprar, aunque sea unos 100 gramitos del mismo.

.

Oído:

Imagínate que estás en la oficina, está todo en relativo silencio, y escuchas a alguien abrir su paquete de papas o cacahuates, si, esa bolsita metálica que más que material de conservación, sirve en ese momento para llamar la atención, además escuchas el famoso “crunch” de las papas o cacahuates, sin duda te imaginas dando esa crujiente mordida, incluso hasta para calmar la ansiedad derivada por el estrés que tienes del coraje que te hicieron pasar en la oficina tus compañeros o tu jefe, o en su caso, por la simple presión que tienes por terminar a tiempo tus responsabilidades, el cual usas ese “crunch” como mecanismo de liberar esa ansiedad.

.

Como verás con estos simples ejemplos, todo el tiempo podemos estar inmersos en esta serie de estímulos a nuestros sentidos para despertar y/o saciar un antojo, lo cual te sugiero estar al pendiente de los mismos para evitar caer en ellos.

.

Por lo tanto, un par de recomendaciones que te doy para evitar que el saciar un antojo afecte tu peso, son las siguientes:

.

Lleva un orden en tu dieta y horarios.

.

El mejor mecanismo para evitar caer en esos antojos improvisados e intempestivos es justamente planificar tus alimentos y respetar tus tiempos de los mismos, ya que, el hecho de comer de manera ordenada, te permitirá no tener hambre la mayor parte del día, por lo tanto, a pesar de estar expuestos a éstos estímulos, difícilmente se abrirán las puertas de la ansiedad para sabotearte con un antojo, comiendo por impulso e improvisación.

.

Ya si de plano caíste en la trampa y compraste algo para saciar un antojo, no te lo comas en ese momento.

.

Espera un rato, si te es posible guárdalo fuera de tu vista y alcance, incluso me atrevo a decir que esperes un par de días para comértelo, te apuesto que el simple hecho de comprarlo, (sin comértelo), te hará saciar un antojo.

.

¿Cómo es esto posible?

.

Por las endorfinas que secretamos al hacer compras, éstas endorfinas son las responsables de la sensación de saciedad, placer y felicidad, mismas que se secretan al comer algo agradable o al hacer ejercicio, la clave es eso, que estén presentes esos neurotransmisores y esperes a que hagan su función en tu cerebro, sin embargo, no quiero decir que te la pases comprando compulsivamente para ser feliz he..., por ello mencioné la opción de hacer ejercicio para que tengas esos beneficios en tu ánimo y salud.

.

Generalmente funciona con el simple hecho de comparar algo y ya…

.

Si no me crees, analiza aquella ocasión que fuiste con hambre a hacer las compras al súper y terminaste comprando cualquier cosa (por impulso intempestivo a cualquiera de tus sentidos como lo mencionamos anteriormente), evidentemente si es que no te lo comiste en el mismo súper o al llegar al auto o casa, lo guardarás en tu alacena, en algunas ocasiones te vas a dar cuenta que ya lo tenías en casa e hiciste una compra innecesaria o doble, pero bueno, ya lo tienes.

.

Por lo tanto, al pasar las horas, te olvidas de ese antojo que no saciaste en ese momento, al pasar los días, ese antojo pierde poder sobre ti y evidentemente ya no afectará en tu peso por habértelo comido, además de ahorrarte la posible culpa que tendrás por seguir tus impulsos y comerlo sin medida hasta terminar con todo.

.

Finalmente, te darás cuenta en ese justo momento que habrías saciado un antojo con el simple hecho de comprarlo, sin necesidad de comértelo y por lógica, sin que afecte tu peso dicho antojo.

.

Si te llegara a ocurrir esto, ¡Felicidades, prueba superada!!!

.

Lamentablemente, no siempre termina siendo un final feliz ya que, en la mayoría de las veces, te lo terminas comiendo tarde o temprano, incluso ya sin el antojo que te orilló a comprarlo, simplemente por el mal hábito de no dejar nada o no tirar los alimentos, pero ese ya es tema de otro artículo que hemos abordado en otros artículos y sin duda seguiremos mencionando una que otra vez.

.

Por ello es importante que evites comprar cosas que sabes que no te hacen bien o en su caso, puedan ser alimentos detonadores de tu adicción por comer, la mejor manera de evitar que esto suceda, es mediante una dieta ordenada, correcta y saludable, incluso que te haga bajar de peso o mejorar tu salud, en vez de hacerte ganar algunos kilitos.

.

Si deseas hacer la prueba y validar lo que te digo, no lo pienses más y acércate a Sbel-T Forever con nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría para llevar una dieta ordenada, incluso y aunque no lo creas, considerando tus antojos en las mismas dietas sin importar lo malo que crees que son esos antojos para finalmente aprender a comer y saciar un antojo sin que te afecte en tu peso.

.

Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

Contáctanos AQUÍ para más información