✔ 🟢 Recaídas en el control de peso.

Recaídas en el control de peso.

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Sin embargo, lo que pocas veces se dice, es que detrás de ese éxito, puede haber muchos fracasos o recaídas las cuales fueron superadas en su momento, pero, considerándose signo de vergüenza o debilidad, éstas se mantendrán ocultas.

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Para que quede más claro el ejemplo, analiza las fotos que las personas suben a sus redes sociales, incluyéndote por supuesto, generalmente ponemos fotos con la intención de “compartir” (presumir) momentos de alegría, gozo y felicidad para provocar “las envidias” de los que las observan.

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Sin embargo, poco compartimos lo difícil que fue llegar a ese momento, o en el peor de los casos, no se menciona que realmente no estábamos tan felices como lo aparenta la imagen debido a una discusión previa por cualquier cosa, incluso hasta por no saber tomar la foto en el ángulo deseado, o lo difícil y riesgoso que fue llegar a ese monumento, la fila enooorrrrme que tuviste que hacer en medio del calor para esperar tu turno para la foto, la deuda que deberás pagar por varios meses o años por haber hecho ese viaje para “presumir” la foto o que la comida que mostraste, en realidad no estaba tan sabrosa como se veía en la foto o te atendieron mal en ese lugar lujoso y aparentemente de ensueño.

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Regresando al tema central, así como en el ejemplo mencionado en las fotos de las redes sociales, pocas veces se compartirán las desdichas o las recaídas en el control de peso, es más, si las podemos olvidar para uno mismo, pues qué mejor.

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Desafortunadamente, pocas veces se sabe que éstas recaídas en el control de peso, son más comunes de lo que te imaginas, yo diría que forman parte del mismo tratamiento, es decir, sí o sí van a haber en cualquier momento éstas recaídas.

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Pero, ¿por qué no se mencionan desde el inicio?

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Justamente para no predisponer a la persona a que va a caer en ellas, sin embargo, al menos en nuestras consultas, cuando ocurren, lejos de llamar la atención al paciente, se le menciona que es normal, lo importante es superarlas y aprender a “no tropezar con la misma piedra” y más importante aún, no dejar que crezcan.

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Generalmente buscamos sacar algo bueno, un aprendizaje que quede de experiencia para saber tomar decisiones más conscientes en la siguiente oportunidad de recaer, éstas pueden ser el no haber bajado, haber subido algunos kilos o gramos, o de plano hasta recuperar o superar todos los kilos perdidos.

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En éste último caso, ¿sabes qué? No pasa nada mientras no pierdas el interés por superar éstas recaídas y no dejes de intentarlo de una u otra forma, eso sí, usa el sentido común y solicita ayuda profesional para que te ayuden a salir cuanto antes de la situación.

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Para ponerte un ejemplo, en uno de tantos intentos que hice para bajar de peso, acudí a una empresa llamada Slim Center (espero patrocinen el comercial), donde tienen a un grupo de médicos y nutriólogos para dar orientación nutricional (al menos así era en ese momento) y ponían una especie de “gel mágico” (el placebo para muchas personas) en el cual tenías que ir con tu venda, te aplicaban el gel y tenías que esperarte sentado o acostado envuelto(a) como momia, por unos 30 minutos para que el gel mágico hiciera su efecto.

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Confieso que, aunque ya en ese momento no creía en eso de productos milagro, ahí estaba, siguiendo esas indicaciones y me daba cuenta que muchas personas solo iban por “las vendas o el gel mágico” y no pasaban a su consulta porque “llevaban prisa”, cuando ahora que lo veo desde otro punto de vista, me doy cuenta que era la dieta la que hacía que funcionara el tratamiento, pues casualmente cuando la dejaba de hacer como debía, estos resultados positivos dejaron de aparecer en la báscula.

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Debido a la falta de resultados y luego de que dijeran e hicieran de todo los pobres médicos y nutriólogos que me atendían para justificarme la falta de los mismos resultados, sin admitir jamás que el que se saboteaba a escondidas era yo mismo, seguían corriendo las sesiones pagadas y en el afán de que no se terminen, las puse en pausa y dejé de ir.

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Acotando un poco el tema para decirte como me auto saboteaba, por ejemplo, al salir de ahí, cruzaba la calle para comprarme una pieza de pan del Globo y me la iba comiendo camino a casa para que no me viera mi mamá que en aquel entonces me pagó ese tratamiento y me hacía la dieta, o bien me compraba dulces y me los comía a escondidas para que supuestamente no se dieran cuenta y no me reprocharan nada, también comía cada vez más porciones (aunque fueran de la misma dieta).

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Pero bueno, total que dejé de ir, evidentemente como nunca llegué a mi peso ideal, nunca me indicaron cómo mantenerme y regresé a comer lo que para mí era “normal” en su momento y evidentemente esta forma de comer “normal” fue la que me hacía subir de peso, pues ya te imaginarás el resultado obvio, volví a subir, pero siempre confiado en regresar a ese lugar y volver a bajar ya que, tenía algunas sesiones pagadas y pendientes por aplicar.

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Pero, ¿por qué no regresaba? Por vergüenza a la recaída en el control de peso…

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En mi lógica, debía bajar algunos kilitos antes de regresar a mi tratamiento de control de peso, al menos acercarme a donde me había quedado, para que no me “regañaran” debido a que me daba vergüenza el haber vuelto a subir, en aquel entonces, nadie me mencionó que esto era normal, pensaba que era el bicho raro que fracasó en ese esfuerzo, y por la misma vergüenza, jamás regresé.

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Años más tarde y más gordo todavía, me puse a reflexionar sobre lo ridículo que fui al no haber retomado mi tratamiento, al dejarme llevar por la recaída y dejarlo por la paz.

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La incongruencia en la que caí en cuenta es el hecho de decidir “No regresar a un lugar que me ayude a bajar de peso, hasta que baje de peso”

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¿Te das cuenta lo ridículo que suena eso?

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Debido a estas experiencias personales, cuando nuestros pacientes tienen sus recaídas en el control de peso, me identifico con ellos y trato de ser empático, no reprocharles nada, por el contrario, agradecer el que regresen, bromear un poco si se presta la ocasión y apoyarles nuevamente, hacerles ver que no pasa nada, si lo lograron una vez, podrán hacerlo más veces hasta que lo logren de manera más permanente.

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Eso es lo más importante, saber quitarse esa aparente vergüenza del “qué van a decir”, nunca rendirse, nunca dejar de intentarlo, buscando que al retomar cualquier tratamiento después de las recaídas en el control de peso, hacerlo con más madurez y consciencia para no cometer los mismos errores.

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Ésta especie de reconciliación con uno mismo y con las ganas de volver a intentarlo, pueden durar desde unos días, semanas, meses, hasta muchos años.

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Puedes pasar incluso por esfuerzos que sabes de antemano que no sirven a largo plazo como hacer la dieta milagro o la dieta de moda, el consumir un producto milagro, una pastilla mágica o untarte lo que sea, finalmente te darás cuenta que, si engordaste por tu mala alimentación, la única solución sensata es modificar esa situación, de lo contrario, solo terminarás tirando tu dinero, interés, autoestima y motivación por cambiar, a tal punto que pierdas cualquier interés y dejes de intentarlo.

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Ahí sí mi estimado lector, es dejarse morir en vida.

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Ojalá nunca llegues a ese punto y retomes tu tratamiento las veces que sean necesarias, pero como consejo adicional, regresa con más ganas que la vez anterior, no esperes que, con solo el hecho de volver a pagar, los resultados se darán nuevamente sin alterar nada de tus hábitos alimentarios, pensando que basta con invertir más dinero, sin ser conscientes de que además del dinero, deberás invertir otros elementos como son la constancia, esfuerzo, tiempo y disciplina por hacer lo que se te recomiende.

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No regreses con la actitud de solo hacer “lo que se pueda”

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Regresa con todo, así o con más entusiasmo como la primera vez, en más de una ocasión nos ha pasado que las personas solo regresan por las pastillas para la ansiedad, pero no hacen las dietas que se les propone o las hacen a medias, esas mismas dietas que les hizo bajar de peso en la ocasión anterior cuando las hacían al pie de la letra.

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Por otra parte, tampoco quieren seguir recomendaciones que sabemos que funcionan para evitar las recaídas como lo es el pesarse continuamente, comer despacio, ignorar las porciones adecuadas, no hacer las colaciones o de plano, confiarse y comer compulsivamente pensando que la pastilla solucionará el problema que lo hace comer de esta manera.

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Por ello, si fuiste o no paciente de Sbel-T Forever y recaíste en el control de peso, no lo dudes más y acércate a nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría, no dejes de intentarlo, en una de esas, esta ocasión será la definitiva si lo haces con el fin de aprender de los errores pasados y no buscar excusas ajenas a tú responsabilidad sobre tú salud.

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Con la orientación de Sbel-T Forever, lograrás bajar de peso para siempre, aprendiendo a comer todo lo que te gusta, esta es la forma más realista para aprender a mantenerse en el peso alcanzado e incluso, seguir bajando a futuro y a tu ritmo sin sufrir una dieta, tratamiento o recaídas en el control de peso.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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