✔ 🟢 Éste es un problema al bajar de peso.

Éste es un problema al bajar de peso.

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Es decir, en este caso descartamos los problemas de pérdida de peso que suelen ocurrir en una enfermedad, depresión o desnutrición por seguir una dieta inadecuada.

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Ya que, dichos problemas, pueden ser tan serios como para poner en riesgo la vida, por ello, el problema al que me refiero en este artículo, afortunadamente no tiene nada que ver con perjudicar la salud e integridad de nadie.

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Dicho de otra manera, incluso minimizando la palabra “problema” suele ser algo subjetivo, pero a la vez importante para la nueva identidad o imagen de la persona que baja de peso o adelgaza y se encuentra con dicha situación, tal vez buscada o tal vez hasta inesperada (aunque obvia).

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Nos referimos como problema al bajar de peso, nada más y nada menos que al cambio de talla y, por ende, la falta de ropa adecuada a tu nueva necesidad.

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Sin menospreciar a aquellas personas que tienen la absurda idea de querer bajar talla sin importarles si bajan de peso, teniendo 10 o 20 kilos de más, se suele comprar la idea de que la pérdida de talla y peso parecen ser objetivos diferentes.

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Ya que se ha comprado el pensamiento mágico, de que, mientras hagas ejercicio e incrementes tu masa muscular, el peso de ésta será reemplazado por la pérdida de grasa, compensando así, los kilos perdidos de grasa con el aumento de masa muscular, por lo tanto, en este caso no te deberás fijar en la báscula para nada.

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Si bien es cierto que hay personas con muchos kilos y un mínimo porcentaje de grasa, ésta población suele ser mucho menor, ya sea porque se la viven en el GYM cargando pesas o son atletas profesionales de alto rendimiento o su trabajo u oficio requiere de mucho ejercicio y esfuerzo físico como para ni siquiera querer esforzarse por hacer músculo o simplemente su somatotipo establecido por genética así lo determina.

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En cualquiera de los casos, ten la seguridad de que cualquiera de éstas personas, no estarían leyendo ésta información, por lo tanto, la mala noticia es que, si tú estás leyendo esto, seguramente perteneces a la gran mayoría de la población que tenemos más porcentaje de grasa del recomendado y el cual representa algunos o muchos kilos en nuestro físico.

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Por ello, una vez que se admite el problema y nos ocupamos de darle solución, tarde o temprano tendremos el problema de que tu ropa favorita YA NO TE QUEDA.

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Evidentemente ante la pérdida de peso o adelgazamiento, previo a llegar al punto de representar un problema al bajar de peso, pasaremos por el gusto de ponernos ropa que ya no nos quedaba, incluso aunque hayan pasado de moda por el cúmulo de años que tenía guardada en tu closet con la esperanza de que te volviera a quedar algún día.

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Pues bien, afortunadamente ese día llegó, te pruebas ese pantalón con cierta incertidumbre e incredibilidad de que posiblemente aún no te queda y para sorpresa, te ajusta perfecto, incluso mejor que cuando lo comprase, o en el peor de los casos, apenas lo estarás estrenando ya que, lo compraste, pero jamás te quedó bien, más que como símbolo de motivación para adelgazar y que te lo puedas poner por primera vez “algún día de éstos”.

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¡Qué gran noticia!!!

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Sin embargo, te das cuenta que debes o quieres seguir bajando de peso, una vez que encuentras la forma adecuada para ti de lograrlo de manera saludable, te das cuenta de la realidad, de que no solo eran bajar esos 3 o 5 kilitos que subiste desde diciembre pasado, los cuales eran tu objetivo perder.

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Ya que, esos 3 o 5 kilitos que bajo tu percepción tenías de más, te enteras que realmente son 10, 15 o 20 kilos que tienes de más bajo los parámetros de salud recomendados, por los que te empeñas a bajarlos.

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Una vez en este proceso, aparecerá el problema al bajar de peso de que la ropa que tenías, ya no te queda, es más, aún la ropa que no te quedaba por los kilos extras, ahora también te dejó de quedar por los kilos perdidos, entonces ¿Qué hacer?, ¿Cómo solucionarlo?

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Pues bien, aquí te presento algunos consejos para que, en este proceso de transición, superes este problema al bajar de peso sin mayores complicaciones.

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Primero que nada, admitir que necesitas tallas diferentes.
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Así te guste usar ropa holgada o no, es importante usar una talla acorde a tu nuevo cuerpo, de lo contrario, aunque parezca frívolo, difícilmente notarás los cambios y resultados de todo tu esfuerzo y sacrificio por bajar de peso, peor aún, darás la imagen de parecer enferm@, dando pauta a que las personas comiencen a criticarte e insistir en que ya no bajes más porque te ves enferm@ (aunque aún te encuentres con kilos de más), desafortunadamente, la ropa en talla inadecuada, puede repercutir en una imagen negativa en los demás sobre ti (si, sé que vas a decir que no te importa, pero en el fondo sabes que tengo cierta razón).

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Usar talla acorde a tu nuevo peso.
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Aunque parezca complemento del anterior, en realidad no lo es, una cosa es admitir que necesitas una talla diferente y otra es usarla, muchas veces, las personas frenan su adecuado ritmo de pérdida de peso por confiarse, y ésta confianza se debe principalmente a que ya no se sienten incómodos con la ropa que traen todo el día, en otras palabras, ese pantalón preferido que dejaste de usar porque ya no te quedaba, ahora ya se te ve grande, y esto a su vez hace que se pierda cierta motivación para seguir bajando los kilos restantes, por ello, es importante seguir usando ropa con cierta incomodidad, para recordarte todo el día el por qué no debes darle esa mordidita o probadita a la tentación que se te presente.

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Una vez que ya admites usar ropa con talla nueva para ti, arregla la que tenías.
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Hay muchos sastres y modistas que te pueden ayudar a ajustar esa ropa que tienes para que la sigas usando al menos unas semanas más, mientras sigues bajando y llegas a tu peso objetivo.

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No gastes en comprarte ropa nueva.
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Aunque parezca contradictorio a las recomendaciones anteriores, me refiero a que, mientras no llegues aún a tu peso meta, posiblemente no valga la pena en gastar en algo que seguramente dejarás de usar pronto, o en su defecto, corras el riesgo de no querer bajar más de peso, para no dejar de usar la ropa que acabas de estrenar y que además te costó un dineral.

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Ya si de plano no hay de otra más que comprar ropa, usa ropa de transición.
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Con esto me refiero a que veas la posibilidad de que alguien te preste o donde algo de ropa mientras sigues bajando de peso, o si de plano tienes que comprarte algo, una buena alternativa es comprar ropa usada o de paca, aunque no lo creas o te dé pena (nadie tiene por qué enterarse de esto), con una buena lavada, estará lista para darle una segunda oportunidad a esa ropa que generalmente está en excelentes condiciones, incluso una que otra nueva, de aquella persona que compró cosas y jamás le quedó (que no sea tu caso obviamente).

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Elimina la ropa que ahora te queda grande.
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Aquí sí quiero ser radical en recalcarte ELIMINAR (regálala, véndela o tírala), no lo guardes por si después vuelves a subir, eso no debe ocurrir, de guardar alguna prenda “por si acaso” reflejarás inseguridad en tus resultados y la confianza en ti, al dudar en volverla a usarla, darás pie a que, si en un futuro no muy lejano subes unos cuantos kilitos de los que ya habías bajado, para comodidad usarás la ropa que habías guardado y esto te llevará a confiarte nuevamente y de alguna manera olvidarte de volver a bajar esos pocos kilos que subiste, recuerda que el cambio de una talla a otra puede ser de 7 a 10 kilos, por lo que ni cuenta te darás si los vuelves a subir por seguir usando esa ropa que ya habías dejado.

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No compres ropa nueva, pero sí mídetela.
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Aunque no lo creas, puede ser muy motivador el ir a esa tienda que vende esa ropa reducida y a la que jamás pensaste entrar a probarte algo por la misma razón y saber que ahora sí te podrías comprar esa prenda que luce el maniquí del aparador y que te quede incluso mejor de lo que esperabas, es más, de vez en cuando, sin invertir mucho, cómprate algo bonito como premio a tu esfuerzo o en su caso, si tienes un evento importante, adelante, no lo dudes, no sabes la cantidad de personas que me dicen lo bien que lucían en el vestido que estrenaron en la fiesta y los halagos que recibieron por su nueva figura, de verdad, no te imaginas como un pedazo de tela cambia autoestimas.

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Pues bien, espero te hayan servido estos humildes consejos en este pequeño problema al bajar de peso que seguramente te vas a encontrar, ahora si llegas a tu peso meta u objetivo, ¡desatrámpate!

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Para finalizar, te comento que el bajar de peso, no solo representa disminuir kilos en la báscula, y riesgos en tu salud, además incrementas exponencialmente tu autoestima, esa que te hace atreverte a cambiar de imagen o look, recuerda que tú mism@ puedes ser el diseñador de tu nueva imagen y reflejar el cómo te sientes, usa ropa diferente, esa que no te atrevías a comprar por la percepción de que no te quedaba bien, péinate, píntate o córtate el cabello diferente, deja atrás a esa otra persona que no te gustaba, esa que se vestía de negro disque porque el negro “adelgaza”, esa persona que se ponía cuanta cosa pudiera en su regazo para no dejar asomar la panza, esa persona definitivamente ya no debe existir jamás.

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Si comprendes esto, dejarás de sentir presión por aquellas personas que quieren que regrese la vieja o el viejo tú (incluyéndote incluso), principalmente por costumbre de tratar con esa otra persona sin importar que esto afectará nuevamente tu salud y autoestima, enséñales a convivir y respetar a tu nueva imagen y si no les gusta o no están dispuestos a aceptarlo, finalmente es su problema, no el tuyo.

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Deseo, en este caso con toda la positividad posible, que pronto tengas este “problema al bajar de peso” del que hablamos en este artículo, ya sea que estés llevando ya una dieta saludable para bajar de peso o estés en proceso de iniciarla, de cualquier forma, espero que sea bajo la orientación de alguno de nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría en Sbel-T Forever.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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