✔️ 🟢 Los beneficios y riesgos del Ayuno Intermitente.

Los beneficios y riesgos del Ayuno Intermitente.

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En primer lugar, el hecho de limitar los tiempos de alimentos hace que consumamos al final del día menos calorías, eso nos lleva a propiciar un déficit energético y por consecuencia, utilizar nuestras reservas fisiológicas de almacenamiento de energía, entre las que destaca la grasa.

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Como prioridad, nuestro cuerpo utiliza la glucosa (carbohidratos) como fuente de energía, seguida del glucógeno (que no son más que glucosas agrupadas principalmente en el hígado y músculo), y si éstas reservas de carbohidratos son insuficientes o se terminan, nos seguimos con los ácidos grasos, es decir, nuestras reservas de grasa.

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Finalmente, como el cuerpo tiene que asegurar o garantizar el aporte energético para hacer trabajar los órganos vitales, si las reservas de carbohidratos y grasas no son suficiente o se te terminan, ocuparemos la reserva de proteína, es decir, la masa muscular, si esta última también se agota, pues ya no hay manera de continuar la vida y es cuando dan los infartos.

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Es por ello que las personas con anorexia quedan en huesitos, porque se consume a sí mismo el organismo, utilizando todas las reservas energéticas posibles para la supervivencia si fuera el caso de un ayuno prolongado.

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Ahora bien, con el Ayuno Intermitente lo que se hace es obligar a nuestro cuerpo a utilizar las reservas energéticas, después del ayuno durante algunas horas, se agotan las reservas de glucosa, glucógeno y nos seguimos con las reservas de grasa, las cuales harán bajar de peso mediante el ayuno intermitente.

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Hasta aquí, en términos generales, son los beneficios del ayuno intermitente, ya que obligas a tu cuerpo a utilizar reservas energéticas mientras estás en ayuno.

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El peligro de esto es que en los horarios cuando te toque o puedas comer, abuses de la ingesta calórica y termines comiendo más calorías de las que necesita tu cuerpo al día para mantenerse con vida, por lo que ese excedente se guardará nuevamente como glucógeno y grasa.

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Sin embargo, si estás consciente de que estás haciendo una dieta, esto sería un poco difícil de que ocurriera, salvo que lo que elijas comer, sean alimentos de alta concentración energética, es decir, alimentos hipercalóricos, o bien, sea una ingesta excesiva de alimentos (aunque sean saludables), lo cual también podría suceder.

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Por lo tanto, si fuera el caso, sería sufrir en vano el ayuno intermitente, puesto que estás comiendo las calorías que necesitas o incluso más, en el momento que puedas terminar con el ayuno.

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Respecto a los “beneficios metabólicos” que se suelen mencionar con la dieta del ayuno intermitente,

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Es debido a que, el utilizar reservas energéticas de grasa y glucosa, habiendo niveles elevados de colesterol, triglicéridos y glucosa, se van a ir regulando casi de manera inmediata, puesto que es parte de esas reservas energéticas que hablamos, las cuales se estarán utilizando de manera inmediata con el ayuno.

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Pero, por otro lado, tampoco es la única forma en que se pueden mejorar estos índices metabólicos, ya que, con una dieta hipocalórica balanceada, sin necesidad de hacer el ayuno también se puede lograr el mismo efecto de forma inmediata.

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Aquí el detalle o el éxito generalizado con esta forma de bajar de peso, es comprar la idea de que NO EXISTEN RESTRICCIONES con el ayuno intermitente, cosa que al hacer una dieta adecuadamente estructurada si tienes la percepción de éstas.

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Hasta aquí suena de lujo, ¿no crees? Ahora, vayamos a los riesgos que puede ocasionar el Ayuno Intermitente.

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En primer lugar, si eres de las personas que hacen el ayuno y en el momento que puedan comer, abusan y se exceden, tu cuerpo va a almacenar esa energía excedente, en particular el hígado es el que se encarga de esta función.

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Por ejemplo, si comes más carbohidratos de los necesarios, los vas a almacenar como glucógeno en primer lugar, y si éstos carbohidratos junto con otros nutrimentos energéticos como grasas y proteínas no se utilizan, se convierten en triglicéridos, para ser enviados a las células adiposas en una reserva de mediano o largo plazo, es decir, se transforma a grasa.

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Pero con el ayuno, el hígado necesitará utilizar nuevamente las reservas energéticas, por lo tanto, se va a agotar la glucosa en la sangre, seguido del glucógeno (sufriendo mareos, dolores de cabeza, debilidad, etc.) y finalmente, va requerir los triglicéridos que en algún momento envió a las células adiposas a guardar (cuando nos excedimos).

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El hecho de repetir este ciclo constantemente o diario, hará que el hígado haga o diga lo siguiente (dándole una personalidad ficticia por supuesto), mira mejor cuanto te excedas, ese sobrante ya no lo mando a las células adiposas del dedo gordo del pie o de la llanta derecha e izquierda, mejor lo dejo aquí afuerita, porque sé que al otro día o más tarde, me vas a obligar a utilizar estas reservas y me vas a hacer traer esas grasas que almacene para aportar la energía que falte.

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Por lo tanto, el riesgo de seguir durante un tiempo prolongado este ciclo metabólico es desarrollar hígado graso.

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Debido a que los triglicéridos (que es una forma de grasa que fábrica el hígado para facilitar su almacenamiento o utilización de energía en los tiempos de ayuno), los va a dejar ahí, a la mano, desarrollando esteatosis hepática, mejor conocida como hígado graso, que en una etapa más severa se puede evolucionar a cirrosis.

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Sin embargo, el hígado es un órgano muy resistente, como sabemos, se regenera totalmente y es el encargado de hacer muchas funciones de desintoxicación del cuerpo, entre otras funciones, por lo tanto, para que estos riesgos que mencioné ocurran, será un tanto difícil, y menos si haces la dieta del ayuno intermitente durante un par de meses, no representará un riesgo importante que te pueda ocurrir esta situación que mencioné, en este caso, tu desorden habitual de horarios y cantidades (si los tienes), si te pueden llevar con mucho más facilidad a esta situación.

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El riesgo del ayuno intermitente al que me quiero referir no tiene tanto que ver con el metabolismo, sino con un cambio de la conducta habitual de la persona.

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Para que quede más claro, te voy a platicar el caso de una paciente que me comentó cuando vino a consulta con un servidor, que estaba haciendo durante un tiempo la dieta del ayuno intermitente.

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Me decía que no comía nada durante todo el día y justamente a partir de las 6:00 de la tarde podía comer “todo lo que quisiera”, o al menos así le habían explicado o así lo había entendido.

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Evidentemente como todo, por la emoción y apego a las reglas, al inicio le funcionó porque lo hizo tal como venían las recomendaciones, sin embargo, en el momento que terminaba el ayuno y podía comer, poco a poco fue integrando aquellos alimentos que se había auto limitado o prohibido, los cuales en esencia son los que todos pensamos limitarnos a la hora de querer bajar de peso, tales como el pan, harinas, galletas, pastas, postres, refrescos, dulces, chocolates, etc.

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Pero después de algunas semanas de hacerlo, fue integrando que la galletita, que el dulcecito, que el pastelito o postre, etc., ya que tenía… digamos el permiso de “comer sin restricción” lo que se le antojara siempre y cuando fuera a partir de las 6:00 de la tarde.

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Como te imaginarás, esto le llevaba a atascarse de todo lo que se le atravesara en ese momento, indudablemente la dieta le fue funcionando cada vez menos, por la misma situación de ir integrando cosas adicionales que al inicio se auto limitaba.

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Esto mismo, llevó al hecho de no ver resultados como al inicio y en consecuencia, aburrirse o cansarse de estar “sufriendo” durante el resto del día (antes de las 6:00 de la tarde), por lo tanto, medio hacia el ayuno, al inicio “no desayunaba”, pero comenta que se tomaba un cafecito con un par de galletitas, se comía por ahí de repente una fruta para evitar el dolor de cabeza y mareo; y así, poco a poco fue integrando alimentos.

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Sin darse cuenta, dejaba de hacer el ayuno, pero tenía la conciencia o la idea de que estaba siguiendo la dieta del ayuno intermitente y justamente a las 6:00 de la tarde, se atascaba de lo que se atravesara, como todos los días lo hacía.

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Tal fue la desesperación por ya no ver resultados, que llegó un punto donde mandó al diablo la dieta, porque ya no le resultó y venía, como en todas las dietas extremas o muy restringidas, el famoso rebote, estaba volviendo a recuperar todos los kilos que bajo y que le costaron sufrimiento y esfuerzo en las semanas previas.

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Y aquí viene el punto crucial del riesgo de la dieta del Ayuno Intermitente.

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Esta persona regresó a comer como habitualmente lo había hecho durante años, sin embargo, integró a su estilo de vida un hábito que antes no tenía, que es que justamente a las 6:00 de la tarde se atascaba de comida, derivado de la indicación del ayuno intermitente que siguió por varias semanas, las suficientes para modificar hábitos.

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Por lo tanto, dejó de restringir sus otros tiempos de alimentación, es decir, ya desayunaba y comía como habitualmente lo hacía, pero a las 6:00 de la tarde, se atascaba, pero como ya no tenía tanta hambre, pues ya eran cosas que… digamos, no son tan sanas y qué casualmente son más prácticas y fáciles de conseguir en cualquier tienda.

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Como ejemplo, se daba el atracón de galletas, papas fritas, pan, o incluso comida, derivado de la modificación de los hábitos que antes no tenía, sin embargo, ya había integrado uno nuevo a su estilo de vida, que era justamente a las 6:00 de la tarde, darse su atracón de comida.

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Por esta razón, pensarás que, a pesar de lo obvio, esta persona no se daba cuenta de esto, no sabía por qué estaba subiendo de peso, hasta que se lo hice notar en la consulta.

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En ese momento reaccionó y dijo, es cierto, yo antes no hacía esto de comer a las 6:00 de la tarde, si acaso comía las 3:00 o 4:00 de la tarde, y a veces, me dice, incluso ni cenaba, pues si cenaba, era algo ligero.

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Así mismo, además de recuperar los kilos perdidos, subió más de los que tenía antes de hacer la dieta del ayuno intermitente.

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Entonces, te dejo esta experiencia que pasó una paciente y que no dudo que una que otra persona también le haya ocurrido lo mismo, por si estás buscando hacer esta dieta, tomes en cuenta esta experiencia sobre el riesgo de adquirir un nuevo hábito, que quizá no tienes actualmente.

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O bien, tomes conciencia de que, si estás haciendo el Ayuno Intermitente, en el momento de que lo dejes de hacer, no adquieras esa nueva costumbre, hábito o indicación, de comer cosas indiscriminadamente a la hora que te toque romper tu ayuno.

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Desafortunadamente va a ser algo difícil, el que después de varias semanas de seguir (o sufrir) la dieta del ayuno intermitente, logres cambiar los hábitos de un día para otro al integrarte nuevamente a tu estilo de vida habitual, con el riesgo de no aprender a comer y regresar a comer en la misma forma que engordaste ocasionando el inevitable rebote en esta situación.

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Es por ello que, en lo personal, NO recomiendo las dietas del Ayuno Intermitente.

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No veo necesidad de sufrir, si puedes distribuir esos alimentos en una dieta equilibrada con horarios específicos, dónde no necesites pasar hambre y sufrir para bajar de peso.

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Más que nada, lo que necesitas es la orientación profesional para mejorar tus decisiones y tu conducta respecto a tu alimentación diaria, sí, esa alimentación que debe seguir el resto de tu vida, no sólo para bajar de peso, ni para evitar subir o recuperar los kilos perdidos, sino para mejorar y mantener tu salud en óptimas condiciones.

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Por ello, te invito a que asistas a Sbel-T Forever, con nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría, donde te ayudaremos a que aprendas a comer todo lo que te gusta, dentro de una dieta equilibrada y sin sufrir largas horas de ayuno.

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Insisto, no es necesario pasar hambre para bajar de peso, no es necesario sufrir durante horas sin comer nada, mientras todos los demás están llevando su vida normal, e incluso, no es necesario aislarte de tu vida social, para que no te presionen a comer en momentos donde tú no debas hacerlo por seguir la dieta del ayuno intermitente.

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Si te das cuenta y razonas objetivamente, es un estilo de vida que difícilmente se podrá llevar el resto de tu vida, entonces mejora aprende a comer, no te quita nada el darnos la oportunidad de ayudarte a lograrlo en Sbel-T Forever.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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