✔️ 🟢 Ya no son necesarias tus recomendaciones, el Sr. “X” Falleció

La misma que nos notificó como respuesta a uno de los correos que habitualmente les hacemos llegar, compartiendo información que, consideramos relevante, a quien confía en nosotros en algún momento y con el fin de seguirlos apoyando aún a pesar de ya no estarlos atendiendo.

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El mensaje fue el siguiente: “Ya no son necesarias tus recomendaciones, el Sr. “X” falleció…”

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Al leer este mensaje, me puse a indagar en el expediente sobre el Sr. “X”, para tratar de recordar su caso, si había venido con algún padecimiento o enfermedad específica, si había logrado resultados favorables o no, etc., encontrándome con lo siguiente.

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El Sr. “X” en sus 50´s, fue un conductor de autobuses de transporte público, por lo que te podrás imaginar, sus hábitos alimentarios no eran tan adecuados, ya que comía cualquier chatarra y refrescos durante su jornada laboral, y al finalizar la misma, se daba un atracón de comida, ya que decía que era su “único alimento del día”.

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Acudió a Sbel-T Forever el año pasado (2023), y aunque, SÓLO VINO UNA OCASIÓN, no es fácil olvidar a una persona como el Sr. “X”, ya que tenía un peso de casi 170 Kilos, por lo que tuve que ocupar 2 básculas para poder saber su peso.

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El Sr. “X” trajo consigo sus estudios de laboratorio que, para sorpresa, no tenía en ese momento, ninguna enfermedad crónica diagnosticada, solo presentaba esteatosis hepática (mejor conocida como hígado graso), nada fuera de lo habitual para una persona de esas dimensiones y hábitos alimentarios, además de su obesidad mórbida evidentemente.

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Sin embargo, recuerdo que el Sr. “X” realmente no acudió por voluntad propia (aunque digan lo contrario cuando les hago esa pregunta), es más, como lo mencioné anteriormente, ni siquiera se ocupó en llenar con su puño y letra el expediente y además lo enviaron por presión laboral a bajar de peso y así mejorara su salud o disminuir el riesgo laboral que conlleva una obesidad de ese grado.

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Inclusive, recuerdo que le comenté que podía poner en riesgo a los pasajeros si se quedaba dormido, debido a su apnea obstructiva del sueño (derivada por su misma obesidad).

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Evidentemente fue en vano mi trabajo por convencerlo de mejorar su salud, como podrás darte cuenta y atreviéndome a suponer que su muerte fue por causas derivadas de su mala alimentación y obesidad (no me consta y por supuesto, no me atreví a indagar más con su familiar).

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Pues con el Sr. “X” ocurrió eso, no lo pude convencer de hacer bien el tratamiento, la prueba está que solo vino una ocasión, sin embargo, como te mencioné, no es fácil olvidar a una persona como él.

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Al enterarme de esta noticia, no te voy a mentir con que me causó conmoción, me puse a llorar y lamenté no haberlo encerrado para que hiciera la dieta, no, y no es por frialdad, simplemente por que no lo alcancé a conocer mejor y además entiendo que esa fue su decisión.

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Lo que, si me genera duda o curiosidad, es quizá, saber si a una persona que se deja morir de esta manera, con el inminente resultado como este caso, se le presentara una oportunidad más de volver a vivir, de regresar un año atrás cuando las circunstancias laborales y/o familiares lo trajeron a nosotros

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¿Qué decisión tomaría al saber el resultado de la decisión que tomó?

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Muchas veces ignoramos las “advertencias” que nos hacen tanto el personal de salud como familiares y amigos por cualquiera de nuestros vicios o adicciones.

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Ya sea vicio o adicción a la comida, tabaco, alcohol, drogas, incluso al trabajo o ejercicio extremo, etc., ya que no creemos probable que terminemos así, como cualquiera de los casos que nos muestran como ejemplo en una cajetilla de cigarros, en las noticias o en la experiencia “del primo de un amigo lejano”, con enfermedades terminales que nos llevan al sufrimiento crónico o a la muerte.

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Ahora bien, con relación al peso, siempre me he preguntado…

• ¿Hasta dónde se tiene que llegar para tomar acción?
• ¿Cuál debe ser un límite permitido para dejar que la autodestrucción haga de las suyas?
• ¿En qué momento esos kilitos de más se convirtieron en aquel monstruo enorme de mil cabezas que nos devora poco a poco sin posibilidad de defenderse?

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Por ello, como un pequeño homenaje con el respeto que se merece al Sr. “X” y sacando algo positivo de esta experiencia.

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Te invito a que no dejes crecer más a ese pequeño o gran monstruo que traes cargado, no te dejes llevar al punto donde sea mejor dejarte morir que seguir luchando, o peor aún, perder la guerra sin iniciar la batalla.

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Quizá esta sea una advertencia que el Universo, Dios, Alá o en lo que creas, te está enviando para que, así como el Sr. “X” tomes esta alternativa de cuidarte, que va en contra del inminente resultado de no hacer nada (con el tiempo suficiente de antelación).

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Si decides que nosotros seamos los canales para ayudarte a dar esta batalla, que bueno y gracias por la confianza, te aseguro que estamos con toda la actitud de ayudarte a dar la batalla cuantas veces sean necesarias y cuantas caídas y recaídas tengas.

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Ahora bien, si tu problema, vicio o adicción no está en nuestras manos el poderte ayudar, busca ayuda, pero que sea de forma profesional o con personas que están logrando ganar la batalla y van unos pasos delante de ti.

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Pero eso sí, no te recomiendo que la enfrentes sol@ o con la voluntad o “ayuda” de quien te ayudó a caer en esa trampa, a menos que realmente esa otra persona quiera salir junto a ti del mismo vicio o adicción.

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Sin embargo, considera que también tendrá que enfrentar su propio vicio o adicción, quizá con diferentes resultados e intereses a los tuyos, pero esa será su decisión, que no necesariamente deberá arrastrarte a ella para obtener el mismo resultado (sean positivos o negativos), de lo contrario, esa responsabilidad que solo te pertenece a ti, la cederás a voluntad de que alguien más lo haga por ti si acaso lo decide.

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Eso es darle mucho poder a alguien más que quizá no esté ni tan interesad@ en combatir sus propias batallas, imagínate si va a luchar las tuyas..., por ello, hazte cargo tú, no hay más tiempo que perder, espero tomes el ejemplo del Sr. "X", para que veas realmente que la vida cobra factura por los excesos.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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