✔️ 🟢 Los malos hábitos, aparecen en la primera oportunidad.

Los malos hábitos, aparecen en la primera oportunidad.

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Sin embargo, esto definitivamente no es así, una persona puede modificar sus hábitos para bien o para mal, lo importante es hacer conciencia de la necesidad de cambiar por mejorar.

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Para que quede más claro, pongamos por ejemplo una persona que le gusta la fiesta, le encanta bailar y divertirse cada fin de semana con sus amigos, por lo tanto, en el contexto de la fiesta, no puede faltar el consumo de alcohol, por lo cual, luego de varias ocasiones, asociará la diversión con el alcohol, arraigándose cada vez más este mal hábito como “parte de su personalidad”.

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Por lo que se generará una imagen personal, reforzada por su círculo de amistad como una persona divertida y fiestera, y para mantener esa imagen, se le formará el mal hábito de asociar la diversión con el consumo del alcohol.

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Esto le llevará a creer a esa persona que para divertirse deberá tomar alcohol, sin embargo, y quizá estés en desacuerdo conmigo, pero… ¿crees que no podría divertirse de la misma manera o incluso mejor, sin tomar alcohol?

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Otro de los malos hábitos que aparecen a la primera oportunidad es el fumar, me ha tocado escuchar en repetidas ocasiones usar el pretexto de quitarse el frío o la necesidad de ir al baño para fumar, ¿en serio?, como si los que no fumáramos no nos pudiéramos quitar el frío con un buen abrigo, o como si no pudiéramos “cagar a gusto” por el hecho de no fumar.

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¿Te das cuenta lo ridículo que es justificar los malos hábitos como parte de una necesidad o parte fundamental de nuestra personalidad?

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Pues bien, en la parte alimentaria no es la excepción encontrarse o justificar los malos hábitos que aparecen a la primera oportunidad de hacerlo.

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Por ejemplo, ahora que concluyeron las fiestas decembrinas, mejor conocido como el “Maratón Guadalupe Reyes”, algunos de nuestros pacientes (afortunadamente no muchos), se sintieron con la rienda suelta para “portarse mal” y olvidarse de la dieta, no solo por un par de días (como fue la recomendación que les dimos), si no que se agarraron un par de semanas e incluso el mes completo de abusos alimenticios o despilfarros en su alimentación.

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Evidentemente afectando su peso por más del promedio de 3 Kg que es lo que suben las personas que no cuidan su dieta en esta temporada fiestera.

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Lo que argumentan es que, definitivamente se olvidaron de la dieta y decidieron “comer normal”.

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Aquí está lo grave de la situación, el no cambiar el chip mental de que esa forma de comer con los malos hábitos anteriores, NO SE DEBE CONSIDERAR COMO NORMAL.

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El normalizar lo indebido, dificultará o imposibilitará el éxito del tratamiento de control de peso en el mediano y largo plazo, ya que ahí se muestra la poca disposición de cambiar de estilo de vida, en ese caso, seguramente estarán tirando su dinero, ya que tarde o temprano, esa persona regresará a su normalidad, misma que le llevó a subir de peso y afectar su salud.

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Por ello es importante concientizar cuáles son los malos hábitos que traemos arrastrando, con el fin de cambiarlos o por lo menos hacer el esfuerzo por evitar que aparezcan y nos dominen en cada oportunidad.

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Sé que esto último es difícil, en serio lo sé, ya que llevo algunos años lidiando con esto y aunque no lo creas, cada día es una lucha contante por controlar esos malos hábitos arraigados incluso desde la infancia, y no, no es genética, son malos hábitos y punto, como se dice por ahí, “no le busques tres pies al gato”.

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Por ejemplo, algunos de los malos hábitos que tengo es ir “botaneando algo” en los viajes por carretera, comer dulces si se presenta la oportunidad en una fiesta, tomar refresco con el pretexto de que esa comida no se lleva con agua simple (por ejemplo, en los tacos), comer galletas si las tengo a la mano, etc. Y así te puedo dar una larga lista de malos hábitos que tengo y que aparecen a la primera oportunidad de hacerlo.

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Aquí lo relevante es que aprendas a identificar cuáles son tus malos hábitos que tienes para, quizá no eliminarlos, ya que eso sería prácticamente imposible, pero si puedas controlarlos mejor.

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En los ejemplos que te di, una manera de controlarlos es aprender a negociar en cada oportunidad, por ejemplo, si viajo en carretera, me doy permiso de ir botaneando algo, pero con dosificación, es decir, comprar la bolsa pequeña de papas en vez de la gigante “disque para compartir”, de esa misma bolsita, comer solo unas cuantas papas en cada ocasión en vez de terminar con ella cada vez que abra la bolsita.

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Para el caso de los dulces, tomar unos cuantos, separarlos y comer solo esos, evitando llevar más o estar frente a la bolsa o canasta de dulces e ir agarrando a discreción y sin medida o sin tomar conciencia de cuántos me estaría comiendo.

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Con el asunto del refresco, ahí sí, creo que no tengo remedio (no te digo, son pretextos), sin embargo, hay la opción menos mala, la versión sin azúcar o light de estas bebidas, por lo que al menos el tomar este tipo de refrescos, no me afectará en mi consumo de calorías y por ende, mi incremento de peso, pero eso no quiere decir que sea mejor que el tomar agua simple he…

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Para el caso de las galletas (otro de mis malos hábitos), pues simplemente evito comprarlas, así ya no se me antojan tanto, a diferencia de ver el empaque y estar comiendo de una ocasión a otra, y aún así, a diferencia de antes, solo comería un par de galletas y a guardar el resto para otro momento.

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Como podrás ver, el factor común para mantener el control de tus malos hábitos no es “eliminarlos” eso es una falacia, la clave realmente es NEGOCIAR con ellos.

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No es como se dice por ahí, irse como gorda en tobogán, con la actitud de que “si ya me porté mal, pues que valga la pena” y con ese pretexto, darse el atracón de la vida en cada ocasión u oportunidad de que dominen tus malos hábitos.

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Una vez que admites esta realidad, te aseguro que es más fácil controlar tu peso, por ello es por lo que, nuestra orientación nutricional va en favor de estas realidades, admitiendo que existen y entendiendo que debes aprender a lidiar con ellas, tal vez de por vida, para que vivas en armonía, con salud y poder darte tus gustitos de vez en cuando sin culpa y con responsabilidad.

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Precisamente, en estas fechas, una vez que regresan los pacientes a retomar su tratamiento ya sea por vacaciones o fiestas o descanso, es cuando nos damos cuenta si nuestro trabajo está permeando en ese cambio de actitud o simplemente estamos siendo ignorados.

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Afortunadamente en la mayoría de nuestros pacientes, estamos ayudando a cambiar su relación con la comida y sus gustos, sobre todo los que se mantuvieron en el peso e incluso bajaron algunos gramos e incluso algunos kilos durante estas fechas de tentaciones y alto riesgo alimenticio.

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Habrá quien definitivamente fue tanto el destrampe que de plano ya ni hace el esfuerzo por regresar e intentarlo nuevamente, quizá por pena de que se le diga, reclame o regañe en algo, como lo he dicho en otras ocasiones, pretextos o excusas salen hasta de los excusados, ojalá no sea tu caso, ya que es el peor error que puedes hacer por tu salud y motivación por mejorarla.

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Espero que haya ayudado un poco para hacer conciencia y retomes o inicies tu tratamiento de control de peso en este momento, que es más que oportuno, por algo llegaste hasta este punto ¿no crees?

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Y qué mejor de la mano de nuestros especialistas en Nutrición y Bariatría en Sbel-T Forever, donde te ayudaremos a identificar cuáles son tus malos hábitos (incluso pueden disfrazarse como buenos hábitos he…), y cómo controlarlos de la mejor manera, para que podamos vivir esbeltos para siempre, aprendiendo a comer todo lo que te gusta.

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Por: Mtro. en Nut. Oscar M. Alanis

CEO Sbel-T Forever

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